Si entendés la comunicación del gobierno, podés anticipar sus pasos.
Vamos rápido porque creo que ustedes entienden esto tanto o mejor que yo.
El 11 de mayo se realizaron elecciones en 4 provincias. Milei realmente ganó en Chaco y en Salta Capital. Pero en San Luis no participó y en Jujuy perdió. Sin embargo, presentó los resultados apoyándose en su triunfo en Chaco y triunfo pequeño en Salta Capital, como si hubiera sido tremendo logro.
Estamos hablando del gobierno nacional. La Libertad Avanza invierte importantes recursos allí donde se presenta, apoyo económico y sobre todo logístico en términos de comunicación nacional. Es decir, a donde va, coloca la imagen del presidente y nacionaliza el debate. Y están sus trolls también.
En CABA sucedió otro tanto. Si evaluamos el recorrido histórico del justicialismo en esa ciudad, nunca sacó más votos que ahora (proporcional), en una ciudad que siempre eligió ser conservadora o un poco más a la derecha de lo razonable. Ejerce sobre el resto de la nación esa tutoría que el “interior” no logra sacudirse. En esta elección, mirando solo los colores de los mapas, esas infografías que tanto nos gustan, vemos el progreso de la oposición/peronismo en cada barrio, elección tras elección.
Ahora bien, lo presentan como el triunfo del año. Tal vez frente al PRO pueda parecer importante, pero vamos, es mucho más campaña mediática que resultados reales.
Pero llegó el lunes post electoral y el Presidente comenzó a sacar del bolso golpes a los trabajadores, a los jubilados, la economía de Tierra del Fuego, al sistema jurídico de tutela sobre la corrupción, etc.
Actúan como si hubieran obtenido un aval indescriptible, un cheque en blanco y esto no sucedió.
De este lado, la oposición no logró salir de sopor iniciado hace 18 meses por unas elecciones bien perdidas. Esas sí. No logró en este tiempo recorrido volver a colocar otro futuro más tentador, en las mentes del electorado. No logró terminar con las acusaciones cruzadas sobre responsabilidades del pasado y sellar acuerdos para el presente. Ya vivimos el caos de Alberto con Cristina y la gente no lo quiere reeditar con nadie. (En los barrios se vivió y transmitió como un quilombo)
Sin oposición clara y unida, con centrales de trabajadores confundidas, encarpetadas y dubitativas, Sturzengger, vendiendo el discurso triunfalista, lanza la continuación de la destrucción del Estado y de la Nación. Dos conceptos que odia.
Contexto de confusión, crisis económica autoinflingida, oposición dispersa, momento de tomar la iniciativa. ¡Y como la toman!
Tierra del Fuego de futuro despoblado, frontera norte de Salta con tráfico libre de bienes, contrabando y drogas, Ejército a las calles. Todo es peor desde que llegó “el loco”. Empresas que cierran para dedicarse a la importación, sistemas de control que se eliminan. La eliminación de la moneda está a la vuelta de la esquina, porque lo están haciendo.
Comunican un triunfo que no tienen, para instrumentar un ajuste que no podrían. Una vuelta más al tornillo del garrote vil sobre la nuca de nuestro pueblo.
Todo ajuste llega hasta que el pueblo sale.
¿Saldrá?