Este jueves, 11 de setiembre, se conmemora el DIA DEL MAESTRO/A; sin embargo. la jornada pasa en un clima de frustración para muchos docentes que todos los años, para esta fecha, alimentan su esperanza de que el año que viene se los reconocerá, debidamente, por su entrega, vocación y dedicación como un servidor público fundamental en la formación de los futuros ciudadanos.
Los gremios docentes, realizan actos y reconocimientos con festejos y/o sorteos, cenas y diversas actividades dedicadas a sus afiliados.
Sin embargo, aún hay una deuda no saldada por parte del gobierno nacional para jerarquizar la educación, con salarios y condiciones laborales y de instrumentos tecnológicos adecuados para avanzar en la enseñanza-aprendizaje, con miras a los nuevos desafíos que se están dando en el nuevo contexto de desarrollo y crecimiento para insertar a nuestro niños y jóvenes en las demandas del mundo.
Ya el año pasado los docentes fueron los únicos que sufrieron una quita importante de sus salarios, cuando el actual gobierno nacional libertario, discrecionalmente suspendió los aportes del Incentivo Docente, a todos los docentes del país, como hace más de 27 años, y que estaba por ley; amén de no convocar a paritarias nacional docente. Ni que decir del no envío de recursos comprometido por el gobierno nacional, para el financiamiento de infraestructura escolar.
Más allá que, como todo trabajador, pretende contar con un salario digno y condiciones laborales decentes; pero, a la luz de los hechos, el gobierno nacional no muestra ninguna intención de invertir más en educación.
Este 11 de setiembre, es un presente y sigue siendo con poca valoración de un gobierno nacional que no ve en la educación, y obviamente en los maestros/as, un sector fundamental para el desarrollo y crecimiento de nuestro país.
Por eso es que los maestros, siguen a la espera de que, de una vez por todas, los gobiernos tomen nota de que el pueblo está pidiendo mayor inversión en educación que, más que un gasto es una fuerte apuesta al futuro del país y de los argentinos.
El gigante dormido de la docencia no sabemos hasta cuándo van a seguir soportando la falta de políticas nacionales, comprometidas en muchos caso por ley, que apuesta por sobre las cosas, a un ajuste para alcanzar un “DEFICIT CERO”, que está relegando a los argentinos a seguir manteniendo los niveles de enseñanza gratuita y de calidad para construir un futuro donde el facto humano sea parte fundamental en la construcción de un país de desarrollo y crecimiento con igualdad de condiciones y oportunidades para todos sin distinción.
Sabemos que hay mucho que mejorar. Que hay que adecuar la enseñanza acorde a los nuevos desafíos que nos demanda el presente y futuro, con herramientas nuevas y contenidos que marque el país o la provincia que queremos.
Si bien, salvo los docentes universitarios nacionales, los docentes provinciales siguen en la pasividad, aun cuando son objetos de despojos de derechos y sueldo que están por debajo de la canasta básica alimentaria, todo tiene un límite que como estado deberían pensar en evitar que no se rompa, la paz social de las provincias y el país.
Hubo momentos en que los docentes salieron a la calle por sus derechos y la educación de nuestros hijos. Y hoy están silenciosos, pero no callados. Siguen contribuyendo con las herramientas de que disponen, y el corazón grande que les brinda su vocación de servicio, para mantener viva y presente la educación en cada rincón de la provincia y el país.
Y a pesar de sus reclamos por mejores salario, que sean dignos de un trabajo decente y decente, siguen apostando a la educación pública y de calidad. Porque están conscientes que sin educación no hay futuro posible.
Por eso, quiero agregar brindar un sincero reconocimiento a los docentes porque gracias a ellos pude elegir que camino elegir para desarrollar todas mis potencialidades al servicio de la grandeza de nuestra querida patria.