La pobreza por el encantamiento de la vieja política que compra voluntades 

 “HAY GENTE QUE ADORA LA PLATA Y SE METE EN LA POLÍTICA. SI ADORA TANTO LA ATA, QUE SE META EN EL COMERCIO, EN LA INDUSTRIA; QUE HAGA LO QUE QUIERA, NO ES PECADO.PERO LA POLÍTICA ES PARA SERVIR A LA GENTE”

PEPE MUJICA (Ex Presidente de Uruguay)

 

Al leer esta frase, de un reconocido político de Uruguay, me llevó a pensar que en nuestro país, y en Salta en particular, esa frase no tiene ni sentido ni aplicación. Al contrario, parecería que el único móvil para meterse en “política”, por parte de algunos, es para saquear las arcas del Estado en beneficio propio o de un sector muy privilegiado de la población.

 

La polémica que desató el accionar de un senador por la Capital de Salta, Emiliano  Durand, con el sorteo de unas tablets, del programa Conectar Igualdad, en un acto que es claramente electoralista, pone sobre el tapete la forma de hacer política de algunos dirigentes que dicen defender y cuidar   los intereses del pueblo. Y para  mejor, critican los efectos negativos de la vieja política de la dádiva.

 

Este acto con más de 3.500  personas en el Micro  Delmi,  con la presencia del mismísimo gobernador de  la provincia, Gustavo “me da hasta ahicito” Sáenz,  es una estampa de lo que viene pasando en nuestra provincia.

 

Parece que eso  de vender espejitos de colores, con fines electoralista y que tanto se ha criticado últimamente, sigue siendo un buen recurso para los que pretenden ganar votos, para su causa personal, utilizando los bienes del Estado, que son de todos los salteños.

 

Lo pueden disfrazar de lo que se le antoje al acto de emprendurismo que fabricó Emiliano Durand con su soporte “Qué Pasa Salta”. Pero está claro  que todo lo que se hace, en la permanente campaña por seguir o alcanzar nuevos cargos en la política salteña, hay una total carencia de propuesta para el desarrollo y crecimiento de nuestras comunidades. Porque antes que esto, que debería ser el eje de toda política, se anteponen los intereses  o negociados personales o sectoriales. Poco les importa, a estos políticos abiertamente angurrientos de poder y dinero, romper con la  desigualdad e injusticia que ha llevado  a que en nuestra  provincia tengamos los mayores niveles de pobreza y hasta de muertes de niños y mujeres. No sólo en nuestro  norte provincial, sino en lugares que no se quiere mostrar, como en la misma Capital de la provincia.

 

Lo que sucedió en el Delmi, con esto de entregas de las Tablets,  en un concurso de baile, no es más que la cara visible de la mercantilización de la política, que beneficia como siempre a unos  pocos avivados. Es la refinada y  renovada prácticas de las viejas prácticas demagógicas de repartir cosas que les permitan seguir currando con los cargos, al que llegan y luego se olvidan de la gente.

 

Lo triste que los gobernantes hablan de transparencia, cuando en los hechos solo están “emputeciendo” a una noble actitud que se debe dar en la política de verdad.

 

Y en honor a la verdad, el caso de Emiliano Durand no es el único. Tanto oficialistas como “opositores”, están en la misma onda. Salvo muy raras excepciones. Y haciendo una propuesta deshonesta, el gobernador y demás funcionarios deberían darles participación en esto a los de la oposición. Al menos para disimular lo que ya no se puede esconder, que con tal de llegar, cuando hablan de honestidad y transparencia con la bragueta abierta.