¡Yo no fui...Tú tampoco!

 

Ya el velo de la incertidumbre electoral, en el ballotage, ya se ha corrido. Ganó Javier Milei por amplio margen la presidencia del país, sobre el contrincante oficialista Sergio Massa.

 

“Habemos presidente”, en un año electoral tan atípico como impensado hace un tiempo atrás. Esta vez la estrategia electoral fue a remover, directamente, el hueso de la corrupción y la falta de políticas y mística a la que muchos argentinos estuvimos acostumbrados; pero que aquellos que tuvieron el mandato de trabajar por el bienestar de los ciudadanos, simplemente se olvidaron de sus promesas y hasta le dieron la espalda.

 

El estratégico y fulminante slogan empleado por Milei, fue la cabal interpretación de lo que el pueblo pensaba de lo que el candidato libertario llamaba “casta política”.

 

No necesito contar con grandes estructuras partidarias para llegar, como llegó, a la presidencia de la nación con un contundente triunfo sobre el que Milei señalaba como el representante de esa “Casta Política” que les robaba a los argentinos.

 

Pero ahora que ya pasó el acto eleccionario; que sabemos del ganador, los que votaron a Milei, deberían preguntarse qué CASTA derrotó y que CASTA, es la que lo rodea queriendo garronear no ya un cargo sino el poder para llevar adelante su plan de enriquecimiento de los buitres de la casta selecta que ya gobernó y que vienen por terminar lo que comenzaron.

 

El socio adherente de Milei es Macri, que representa los intereses foráneos que vienen por la riqueza de los argentinos. Y estos que se queden apenas con las migajas de un derrame que algunas veces intentaron hacernos creer.

 

Pero la culpa de todo eso no la tiene el pueblo que se hartó de los sucesivos gobiernos (incluido el ante último con Macri a la cabeza), que los ningunearon y se olvidaron de cómo llegaron al gobierno y a instancia de quiénes.

 

Ya, y antes de asumir, Milei está mostrando hacia donde apunta su programa de gobierno.  La motosierra la va a aplicar para los sectores más vulnerables de la población y lo trabajadores. Porque todo apunta a quedarse con las empresas u organismo que generan las riquezas que el mundo hoy necesita y la Argentina lo tiene en abundancia.

 

Y para ello, va por reformas laborales, quitándoles a los trabajadores, o a lo sumo limitarles o disminuir sus derechos adquiridos con sudor y sangre a lo largo de sus años de luchas.

 

El estado no será un estado presente, sino una simple instancia jurídica para la realización de negocios de privados.  Y de esa manera, ya nos imaginamos en qué estado van a quedar los pueblos o ciudades. Como quedaron en la época del “Patilludo” Carlos Menen en los ’90. La producción regional, o las economías regionales, poca importancia tendrán con esta política del ultraliberalismo.

 

El pueblo votó un cambio, peo como decían algunos, “peor que ahora no voy a estar, ya que no tengo ningún futuro”. Y manifestaban no importarles perder lo poco o mucho que le habían dado los últimos gobiernos democráticos.

 

Yo creo que todos tenemos que hacernos una sincera autocrítica sobre lo que hicimos o dejamos de hacer para que hasta los más pobres y vulnerables hayan pensado en este cambio que, seguro, serán los primeros que van a sufrir los efectos del ajuste que se viene y sin ejercicio de inventario.

 

Ahora se van a ver los verdaderos políticos que dicen representar a los ciudadanos y al campo popular.

 

La lucha se va a dar, seguro, en las calles ante las medidas recesivas que aplicará el nuevo gobierno. Pero es en el Congreso donde se debe dar la gran batalla por defender la soberanía del país, la justicia social y soberanía política, con producción, trabajo y educación y salud gratuita.

 

En ese rol, que le dio la ciudadanía el 19 de noviembre se debe dar la lucha por unir el país para salir adelante. Y no con brigadas callejeras como propone Macri para imponer su política liberal, más rápida que cuando el gobernó.

 

No hay lugar para el odio y la grieta que tanto desunió a los argentinos.

 

Cada uno, desde el lugar que el soberano le dio para representarlos, hay que trabajar por la UNIÓN DE TODOS LOS ARGENTINOS.