Cuando la política del odio sigue alimentando la grieta que sangra al país

El 13 de agosto pasado, en las PASO, Javier Milei ganó en casi todo el país, con su slogan de cambiar este país con sus ideas ultra libertarias. Y sobre todo vociferando el slogan de erradicar definitivamente “LA CASTA POLÍTICA”; para él la causante de los males de nuestro país de la crisis económica del país. Y se proyectaba como el gran “Rabo” que irrumpió en la política argentina con una motosierra.

 

Nadie puede olvidarse que, tanto de La Libertad Avanza como Juntos por el Cambio, construyeron su campaña en base a la agresión y el miedo de caer en un abismo si los argentinos votaban a Sergio Massa, de Unidos por la Patria.

 

Con Milei ganador el 13 de agosto, Bullrich en segundo lugar y Massa tercero, el “Patilludo” del 2023, incrementó su campaña agresiva hacia los otros candidatos; augurando que ganaría en primera vuelta en las elecciones generales del 22 de octubre.

El soberano frustró esa ambición y con una espectacular reacción de los gremios, la militancia y los gobiernos afines al oficialismo, permitieron una inesperada remontada de Sergio Massa, colocándolo no solo en el ballotage, sino ganó el primer round por más de 6 puntos de diferencia, en el conteo general de los votos, a Milei relegando a Bullrich al tercer lugar y fuera de la competencia el próximo 19 de noviembre donde saldrá el nuevo presidente.

 

Hasta aquí todo bien. Pero en esta semana, se produce la gran crisis interna en JxC, y Milei invita a su caballo de Troya dentro de ese frente liberal, Mauricio Macri a blanquear su postura favor de La Libertad Avanza (LLA) y junto Patricia Bulrrich, en soledad y entre gallos y medianoche, sellaron el acuerdo para apoyar a Milei en el ballotage.

 

Eso provocó la reacción de los socios del PRO, radicales, sobre todo, que se desayunaron, literalmente hablando, que sus socios minoritarios se iban con Milei.

 

Y ahora Sergio Massa, tendrá que enfrentar a la unión de la oposición liberal. Ahora los proyectiles van contra él y lo que representan dentro del campo popular de este gobierno nacional que busca recuperar espacios para ganar las elecciones el 19 de noviembre. Esta vez se reedita el nostálgico lema “todos contra el peronismo”

 

Y para ello se unieron todos los antis, aún aquellos que se sintieron agraviados por Milei de tira bombas, casta política, ladrones, etc.

 

La libertad avanza ahora busca a sus enemigos, porque si son enemigos de su enemigo (llámese Massa o kirchnerismo) todo vale.

 

Cómo que ahora a Milei ya no le importa llamar a la casta política para que lo acompañen en la segunda vuelta y ganar la presidencia. La casta empresarial ya se va a encolumnar con él de una u otra forma.

 

 ¿Entonces de qué cambio habla Milei si ahora necesita a sus enemigos que él llamó casta política? Importan si para ello tengan que estar amontonados más que unidos.

 

Mientras tanto, los radicales están furiosos y dio lugar a que muchos de ellos se pronunciaran sobre el apoyo a Massa siendo que fueron literalmente ninguneados (como siempre digo yo), por Macri.

 

Massa sigue de cerca esta comedia política de los ultra liberales, que aún no fueron claros en sus propuestas; solo agresiones e insultos fue lo más que se escuchó de ellos. En tanto que el candidato de Unidos por la Patria (SERGIO MASSA-ROSSI) habla de un gobierno de unidad nacional, con propuestas claras, realizables y sobre ejes concretos para el desarrollo, la producción y el trabajo de calidad y con derechos; con puntales para ello con la educación y la salud pública gratuita. E incentivar las exportaciones de bienes, servicios con valor agregados, de productos regionales y de las Pymes.

 

Con el apoyo de parte del Pro a Milei, exploto la coalición opositora JxC.

 

Con el PRO en llamas, el campo de la oposición se encuentra incómoda y con poca reacción para salir a apoyar, a Milei o a Massa. Y no es menos ciertos que adentro del PRO, Larreta salió con los tapones de punta contra Milei y desconociendo la decisión en soledad de Macri y Bullrrich. Y los radicales, más furiosos aún, como que hay manifestaciones orgánicas de  radicales del norte grande que apoyan a Massa antes que a Milei. Y Massa sigue atento a todo ello, sin  dejar de invitar a los argentinos a ganar el 19 por un gobierno de unidad nacional.