¡No molestar, gobierno y gremios estamos durmiendo!

Aunque no nos gusta decirlo, a viva voz, es evidente que la realidad está superando la ficción.

 

Hace casi un mes que sufrimos los gritos y reclamos de los autoconvocados docentes y de salud. Y lo que al principio creíamos que era un simple capricho de unos loquitos anarquitos, fue convirtiéndose en bandera para muchos que están cansados de la falta de respuestas por parte del gobierno provincial a sus demandas de dignidad salarial y condiciones de trabajo.

 

Y como dijimos en nuestra anterior columna, muchos trabajadores no se sienten contenidos por sus sindicatos. Y ahora ellos mismos, sin la tutela de los gremios a los que deberían pertenecer, se abrieron paso en su lucha por la demanda salarial, angustiados por la difícil situación económica que estamos pasando en el país, donde la inflación sigue superando todo supuesto que oriente una economía previsible y de estabilidad.

 

Los que me conocen, saben que siempre aposté, y seguiré haciéndolo mientras tenga fuerzas y vida, a defender las instituciones gremiales como representantes de los trabajadores. Pero en este país y en esta provincia, todas las instituciones están degradadas, descreídas y cuestionadas en su representatividad legítima (aunque lo tengan legalmente).

 

Pero también cuestioné la falta de respuestas de algunos dirigentes a las legítimas demandas de los trabajadores de los gremios que los debería representar. Pero lamentablemente, muchos se resisten al embate que están dando muchos jóvenes trabajadores que quieren una mayor dinámica y reacción ante los nuevos desafíos que se están dando en el mundo.

 

Sinceramente, hay que decir que todos se durmieron en los laureles, y se “achancharon” en la tranquilidad operativa de sus oficinas, viviendo en una “nube de pedo”; donde algunos vivos van regando su andar dirigencial, con adulaciones que no responde más que a intereses personales o sectoriales.

 

Y en esto no está ajeno  el poder político que, para conservar su status prominente del poder, fueron coqueteando con uno y  otro  dirigente para mantener la tranquilidad de la gobernabilidad  y sin sobresaltos.

 

Y ahora vemos como este gobierno de Gustavo “me da hasta ahicito” Sáenz, está cosechando los frutos de una política  de anarquía que, desde el principio de su mandato, uno de sus hombres más cercanos al gobernador me decía:  “Bienvenido a la anarquía saencista”.

 

Y así gobernó durante tres años y medio; siempre detrás de los problemas, queriendo dar respuestas transitorias a ellos, mediante diversos proyectos de emergencia que, en los hechos, no fueron más que parches y no soluciones verdaderas.

 

Y lo que creían que el reclamo de los docentes y de salud, por fuera de sus gremios, era un problema netamente político electoral, ahora no saben cómo encarar una respuesta que lleve a la paz social de nuestra Salta.

 

Podemos darle la razón que tienen, el gobernador y sus ministros (algunos...otros mejor que no estuvieran y hubieren hecho un favor a todos... al mismo gobernado incluso), pero no pueden resolver un conflicto como el que estamos sufriendo, porque los que están al frente le están dando su propio remedio, son anárquitos.

 

Y al encontrarse con eso, su impotencia hace que tengan que recurrir a criminalizar las protestas. Primero con el accionar de una jueza que sin ningún miramiento ordenó reprimir los cortes en ex Aunor, e imputar a los docentes... y sin derecho a protestar, marchen preso.

 

Esto puede ser bueno para unos y muy criticados por otros muchos.  Pero lo que mostró la cara de la impotencia, ha sido el tratamiento del proyecto de ley, sobre tabla, contra los derechos como de huelga y el derecho de peticionar demandas de justicia para sí y para otros.

 

No se justificaba tal tratamiento, cuando estaba buscando un punto de conciliación para resolver el conflicto.

 

La impotencia y la soberbia hace que se avance en un camino del cual ya no hay regreso.

 

El hecho de haber alcanzado la reelección como gobernador, con el voto de los ciudadanos, no es un cheque en blanco ... hay demandas insatisfechas de muchos ciudadanos que están pendientes de resolución por las autoridades provinciales y municipales.

 

En el fondo, esa bronca contra los gremios, de parte de los autoconvocados, es un llamado de atención a los dirigentes gremiales.  Pero también y con mayor virulencia, debe tomar nota y actuar en consecuencia, los gobiernos.

 

No hay políticos preparados, en este en particular, que sepan usar la política para mediar y ser artífices de la paz social que todos esperamos.

 

Creo que, con honestidad, los gremios deben dejar de dormir la siesta, y ponerse las pilas para recuperar el rol protagónico en el destino de la sociedad en toda su real dimensión. Y para ello deberán ser parte de la MESACHICA” donde el gobierno define sus políticas de desarrollo y crecimiento.

 

Si recuperan ese rol, que algunos han perdido por desidia o por cualquier otro motivo, estoy seguro que los trabajadores que hoy eligieron otras trincheras donde luchar por sus derechos, van a hacerlo dentro de la institución gremial y así ir construyendo una Comunidad Organizada, con derechos y obligaciones.

 

Y en cuanto a nuestros gobiernos... hay que buscar romper la brecha de las desigualdades que tenemos en nuestra provincia potencialmente rica. Pero donde sigue creciendo la acumulación de la riqueza de unos pocos y el hambre la miseria de los muchos. Y para romper esa vergonzosa desigualdad e inequidad entre los salteños, se deben administrar los recursos, que son de todos, con total transparencia.  Despertemos muchachos... que el futuro es nuestro.