¡La sabiduría que muchos políticos no quieren reconocer!!!

El martes pasado, estuve la oportunidad de seguir el debate de los diputados de la provincia, sobre la prórroga de la ley de emergencia sanitaria para los Departamentos de Rivadavia, San Martín y Orán.

 

Escuche argumentos muy válidos en cuanto a la necesidad de seguir prorrogando la ley de emergencia sanitaria, propuesta por el Ejecutivo provincial. Pero lo que más llamó mi atención fueron el pedido de no sólo prorrogar la emergencia, que todos reconocen que existe y está causando mucho mal a las poblaciones de esos lugares, sino que volvió sobre el tapete los argumentos ya expuesto en anteriores prorrogas (recordemos que se viene prorrogando desde el 2020).

 

No se puede seguir prorrogando una emergencia indefinidamente cuando su aplicación no dio los resultados que se buscaba por ese entonces. Era necesario pensar en un plan de salud que lleve a buen término los objetivos y recursos que propone la mencionada ley de emergencia sanitaria en dichos departamentos del interior.

 

Volvió a entrar en el debate de la cámara, la falta de un plan de salud que permita seguir avanzando en los propósitos de superar el diagnóstico que llevó a Declarar la emergencia allá por el 2020. Y hoy, al 2022, estamos igual y en muchos casos peor.

 

Y un diputado representante de las comunidades originarias del Departamento, que nunca lo había escuchado, nos dio una verdadera lección de coherencia y sensibilidad social para encarar este problema que hace que tengamos que prorrogar la emergencia sanitaria.

Nos enrostró, a muchos de nosotros, la falta de sensibilidad y compromiso para encarar con responsabilidad, el trabajo de asistencia y promoción de la salud en esas comunidades. Decía, no es solo compromiso del  gobernador, de los ministros, sino de todos aquellos que son asignados a esos lugares para llevar la salud a esas comunidades

 

 Y se preguntaba dónde estaban los diputados que hoy dicen muy lindas palabras, cuando fueron golpeados sus hermanos originarios cuando marchaban por la ruta pidiendo más salud, trabajo, vivienda, etc.

 

Y decía, con su media lengua de originario, que no es un problema de ahora, pero sí de la falta de compromiso de aquellos que están para ayudar a esas comunidades. No hace falta tener universidad para expresarse con sabiduría.