El trabajo de los repartidores a domicilio tomó visibilidad especialmente durante la pandemia, cuando abnegados motoristas (o ciclistas) distribuían remedios, comidas y otros productos considerados esenciales. A través de Visor Gremial, el reconocido periódico de temática sindical que dirige el periodista Agustín Piñeyro, nos informamos que una delegación de la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASiMM) de Salta, encabezado por su titular Carlos Cruz, habría viajado a Buenos Aires a fin brindar su apoyo al proyecto de ley que impulsan en la Cámara de Diputados de la Nación y que apunta a regular a los trabajadores de las diferentes APPS de pedidos.

En ese sentido la aprobación de una ley nacional de registro ilusiona a los trabajadores del sector que buscan salir de la precarización. En realidad, no parecería ser necesaria ninguna ley, ya que los tribunales de prácticamente todo el país se han expedido categóricamente: son trabajadores dependientes y punto. Estas empresas con gran tenacidad han logrado ser derrotadas judicialmente también en cada rincón del globo terráqueo: Canadá, EE UU, Uruguay, Chile, España, Italia, Reino Unido, Australia, Sudáfrica, Francia, etc.

 

En la Argentina hay cuatro empresas importantes que hacen delivery a través de apps: PedidosYa, Glovo, Rappi y UberEats. Nuclean entre 60 y 80 mil repartidores, que trabajan con un vínculo precario, ya que si bien muchos tienen un vínculo extendido deben registrarse como monotributistas y facturarle a la empresa. Además, no les garantizan una cobertura de salud, seguro ante accidente, vacaciones pagas ni indemnización en caso de despido.

 

Arriesgan la vida

 

Los proyectos en danza se manejan con tres ópticas diferentes, clasificando a estos trabajadores como dependientes o como autónomos, siendo la tercera una solución ecléctica (bah: ni chicha, ni limonada), que, sin reconocerles dependencia, intenta brindarles algún tipo de protección social.

 

Según señalan las investigadoras Francisca Pereira y Lorena Poblete, las plataformas digitales se encuentran registradas como proveedoras de servicios informáticos y excluyen toda vinculación laboral con los repartidores, quienes deben registrarse como trabajadores independientes. El debate en torno al estatuto laboral de los trabajadores de reparto se focaliza en una serie de indicadores de dependencia laboral, tales como la fijación del precio de los envíos por parte de las plataformas; la intermediación tanto en los pagos como en la comunicación entre trabajadores y clientes; el control que ejercen las empresas en términos de la definición de las tareas a realizar y el modo de realizarlas a través de incentivos y penalizaciones; y la dependencia económica de los trabajadores respecto a esta fuente de empleo, entre otros.

 

Es cierto que algunas modalidades de prestación tienen particularidades que requieren una regulación, pero no es necesaria una ley si no que bastaría contemplarlas en la negociación colectiva que deben encarar empresas y sindicatos. También es verdad que debe diferenciarse la situación de las Pymes, muchas de las cuales (especialmente en el rubro gastronómico), subsisten -y a veces crecen- contando con el servicio de distribución de sus productos al domicilio del consumidor.

 

La problemática de estos trabajadores se agrava porque recientes estudios demuestran que existe una gran oferta laboral frente a una reducida demanda. En particular se ha determinado que los inmigrantes y los jóvenes ofrecen su trabajo a la baja, lo que contribuye a la reducción de la capacidad de negociación de todo ese colectivo. Se suma a ello que los sindicatos vinculados a la actividad específica aún no han desarrollado una fortaleza que les permita negociar con las grandes empresas del sector.

 

Lo cierto es que este sector de trabajadores necesita una inmediata protección, especialmente en materia de riesgos de trabajo, ya que se encuentran expuestos a graves contingencias sin ningún tipo de cobertura. Como señalan en el título del Visor Gremial: "Arriesgan la vida por una pizza".