¿Por qué ocultó Manuel Belgrano dos banderas en una capilla inhóspita de Bolivia? 

 

Para comprender, es necesario repasar un poco los sucesos previos a la creación de la bandera. El 24 de enero de 1812 el Triunvirato encargó a Manuel Belgrano que partiera hacia Rosario con un ejército para controlar los ataques españoles enviados desde Montevideo.  Belgrano instaló una batería en las barrancas del río Paraná, a la que llamó Libertad y solicitó que los soldados pudieran utilizar un distintivo que los identificara, una escarapela.  Así, el 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creó, según el diseño propuesto por Belgrano, una escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul (quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían).

 

 Estudios revelan que el color original es más próximo al azul índigo que al celeste. Fuente: CONICET

 

El 27 de Febrero de 1812, Belgrano inauguró una nueva batería, a la que llamó Independencia e hizo formar a sus tropas frente a una bandera con los colores de la escarapela que había cosido doña María Catalina Echeverría, una vecina de Rosario.

 

 Bernardino Rivadavia, por entonces secretario del Triunvirato, decretó guardar esa bandera azul y seguir usando la española.  A Bernardino Rivadavia le importaba más proteger la relación con Inglaterra que en ese momento se encontraba aliada con España. Pero Belgrano no llegó a enterarse de la resolución de Rivadavia hasta varios meses después y siguió usando la bandera azul y blanca que fue bendecida el 25 de mayo de 1812 en la catedral de Jujuy por el sacerdote Juan Ignacio Gorriti. En julio recibió una intimación del Triunvirato recriminando su desobediencia; Belgrano con dolor e indignación cumplió la orden, incluso no flameó esa bandera durante la Batalla de Tucumán, el 24 de Septiembre de 1812. Pero luego del rutilante triunfo de las armas patrias, mientras marchaba con sus tropas hacia Salta, Belgrano volvió a enarbolar una bandera el 13 de Febrero de 1813, haciendo jurar a sus tropas en el Río Pasaje, conocido desde entonces como Juramento. Siete días más tarde, el Ejército de Belgrano volvía a vencer a los realistas en Salta, donde sí flameó la enseña, que ya distinguía ambos ejércitos.

 

En Octubre de ese año, después de la derrota en Vilcapugio, Belgrano le pidió al párroco de la iglesia del pueblo de Macha que ocultara las banderas de su ejército, ya que veía posible una próxima derrota.  Poco tiempo después, sus tropas serían nuevamente derrotadas en Ayohuma. Pasaron setenta y dos años y el rastro de la primera bandera parecía haberse esfumado, hasta que en 1885, el joven párroco del templo rural de Titiri, situado no lejos de Ayohuma, jurisdicción de Macha, efectuando una limpieza, encontró tras un cuadro las dos banderas que fueran creación de Belgrano: una blanca con una franja central celeste y una celeste con la franja central blanca.

 

De acuerdo a estudios realizados por expertos del CONICET, se analizó la composición química del pabellón patrio que se conserva en Bolivia y determinaron el origen del colorante usado. En el Día de la Bandera, investigadores dieron a conocer que lograron determinar el color original de la denominada Bandera de Macha, una de las dos que dejó ocultas en el actual territorio de Bolivia el Ejército Auxiliar del Alto Perú al mando del general Manuel Belgrano luego de las derrotas en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma. Los resultados de los estudios espectroscópicos y químicos concluyeron que el pabellón que se conserva hoy en la Casa de la Libertad de la ciudad boliviana de Sucre tenía dos franjas horizontales blancas y una central de color azul índigo.

 

El paso del tiempo hizo que la bandera perdiera su apariencia original

 

«En 2018 viajamos a esa ciudad y obtuvimos unas pequeñas hebras que permanecían en los paños donde se la conservó en la Iglesia de Titiri”, cuenta Carlos Della Védova, investigador superior del CONICET, director del CEQUINOR y primer autor del trabajo.

Para el estudio de las hebras obtenidas, los expertos recurrieron a distintas metodologías que permitieron dar la pauta de color, composición y tipo de tela. Se combinaron técnicas como análisis químicos, fluorescencia de rayos X y espectroscopía Raman.

 

Con estos análisis pudimos establecer que para teñirla se utilizó el índigo, un colorante natural. Dentro de él existe una relación de indigotina (un pigmento azul que se produce de forma natural en la savia de la planta Isatis tinctoria, de la que se lo extrajo) e indirubina, un compuesto químico que surge como subproducto del metabolismo bacteriano de la planta. Además del color, validamos que es de seda por el diámetro de la hebra, y por el entramado observamos que se trata de un tejido conocido como tafetán”.

Gentileza: https://tertuliadejuanamanuela.wordpress.com/