Así se llamaba un libro de Ray Bradbury, el escritor de ciencia ficción,  que hace poco retomé. De paso, léanlo, es muy entretenido.

Su título tiene varias interpretaciones posibles. Ya veremos.

 

Si una persona o un grupo de personas, con la tecnología apropiada, provee de electricidad al sistema de EDESA, ¿Por qué no se debería acreditar esa energía a su cuenta de consumo?

 

Para eso Salta sancionó durante el gobierno anterior la Ley de Balance Neto. Una norma que claramente busca impulsar el desarrollo de las energías alternativas.

 

Contar con un sistema de generación fotovoltáica en tu casa no solo sería un ahorro por el uso de la energía acumulada en tus baterías, sino que una vez cargadas las mismas, podríamos “entregar o vender” electricidad al sistema.

 

La Ley estableció que en tales casos la empresa debía colocar un medidor de doble sentido. Uno que contabiliza tanto la energía consumida como la aportada por la vivienda al sistema. En la factura llegaría el saldo correspondiente. Simple.

 

En general el consumo no se compensa completamente por los paneles solares, pero reduce mucho el consumo externo, abaratando las boletas de luz.

 

La multiplicación de luminarias LED y otros equipos de consumo económico permiten mejorar la ecuación a favor del usuario.

 

La utilización del sol para generar energía no es nueva. Cuenta la leyenda que Arquímedes defendió Siracusa, Sicilia, de los romanos incendiando su flota en 223 AC, utilizando unos espejos que concentraban el sol sobre las naves. Aun se pueden visitar los grandes invernaderos Reales de las Cortes Europeas de los siglos XVI, que aprovechaban a los vidrios para atrapar el calor del sol dentro de un ambiente rodeado de temperaturas gélidas.

 

Pero la energía solar nunca pudo competir con los fósiles y su lobby. La primera crisis del petróleo, en los ’70, empujó las investigaciones en el sector solar.

 

Desde entonces se habla de la promesa energética del sol. Regalo que no se acepta.

Hoy los equipos de generación eléctrica y calefones solares se encuentran en cualquier corralón de Salta, con tecnologías que podrían perfectamente reproducirse en nuestra provincia. En Cauchari, Jujuy, el Gobierno está terminando la construcción del parque solar más grande de Sudamérica con tecnología China. El INENCO de la UNSA cuenta con el know how necesario para estos desarrollos, solo habrá que financiar los factibles.

 

Ahora sabemos que el Gobierno de Salta debe construir una importante cantidad de viviendas para satisfacer una sociedad muy precarizada. Los nuevos barrios podrían incluir estos sistemas energéticos que están al alcance de la mano. En el camino puede desarrollar la industria de lo solar en una provincia solarmente privilegiada.

 

Al final, en un trabajo coherente, cada manzana generaría su propia energía, serían “Las doradas manzanas del sol”.