Según lo manifestara el electo presidente, Javier Milei, tiene un plan de reforma del actual modelo sindical argentino. Reforma laboral, fin del modelo sindical argentino, eliminación de las indemnizaciones, del derecho de huelga y del derecho a la protesta. Por ahora el movimiento obrero, por medio de la CGT, no se ha pronunciado hasta ahora. Al respecto sabemos cuál es el pensamiento de la Central Obrera e  defensa de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, por ahora, no hay indicios de que haya algún acercamiento entre el nuevo presidente electo este domingo, y los popes de la Central Obrera para encontrar algún mecanismo de concertación sobre el tema de reforma laboral. Y un tema aparte, pero dentro de este marco de reforma, estaría quitarle la administración, a los sindicatos, de las Obras Sociales gremiales.

Ya lo manifestó claramente, el presidente electo, Javier Milei, propone avanzar en una reforma laboral para «cambiar una legislación obsoleta». Además, va por la eliminación de las indemnizaciones, de «las huelgas generales», la limitación del derecho a huelga y de «la ocupación de los espacios públicos». Además, propone el fin del modelo sindical argentino y negociar por empresa.

 

Javier Milei, el líder de La Libertad Avanza (LLA), identifica como parte de sus enemigos a los sindicatos y a los sindicalistas. De hecho, en el apartado de su plan de Gobierno dedicado a la Reforma laboral los califica de «anomalía» y de «antirrepublicanos».

 

«El tema laboral en Argentina involucra cambiar una legislación obsoleta para tiempos en los que los procesos productivos se alteran rápidamente frente al avance vertiginoso de la tecnología», fundamenta su propuesta de reforma laboral el libertario.

 

Más aún, expresa que “el comportamiento del movimiento sindical que, amparado por las leyes vigentes y por costumbres antirrepublicanas asumidas como normales, abusa de una participación pública con fines políticos extorsivos, procurando resolver en las calles lo que se debería dirimir en el Congreso a través de los representantes del electorado».

 

De ahí que Milei propone «una eliminación de la capacidad de extorsión del aparato sindical a través de las huelgas generales y de la ocupación de los espacios públicos» algo que «también se aplica al comportamiento de los representantes de los trabajadores informales y los desempleados».

 

En los 12 puntos de su programa destinado al asunto, detalla:

 

  • Limitar el derecho de huelga en cualquier actividad, previendo etapas previas de conciliación entre las partes» y
  • la «inhabilitación y multa para los dirigentes sindicales que violen las instancias legales con huelgas salvajes».
  • Además, aclara que «en cualquier caso, los días de huelgas no serán pagos».

 

También habla de que «Los empleados estatales y de servicios esenciales privatizados, no tendrán derecho a la huelga y la ley preverá la inhabilitación y multa para los dirigentes sindicales estatales que violen las instancias legales con huelgas salvajes».

 

Para Milei, una de las bases del crecimiento de la economía, es focalizar la reforma laboral, principalmente (aunque no exclusivamente) en la modificación de cuatro leyes:

  • Ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo (1953),
  • Ley 18.610 de Obras Sociales (1970),
  • Ley 20.744 de Contrato de Trabajo (1974) y
  • Ley 23.551 de Asociaciones Sindicales (1988)».
  • La eliminación de indemnizaciones sin justa causa y se lo reemplazará por un seguro de desempleo» y
  • que «la estandarización de los contratos laborales deberá ser muy flexibilizada».

 

Por último, se centra en la destrucción del modelo sindical argentino: Eliminación del unicato, y «las negociaciones salariales y de condiciones laborales se harán a nivel de empresa» con todos los representantes de sindicatos existentes.

 

Sacarle la gestión de las obras sociales a los sindicatos y reemplazar la cobertura por un seguro

 

 

El presidente libertario, Javier Milei, propone quitarle la gestión de las obras sociales a los sindicatos. Se trata de una «anomalía sin precedentes», asegura. Habla de reemplazar la cobertura, que realizan las Obras Sociales, por un seguro de salud.

 

Desregular el mercado de la salud y sin obras sociales sindicales.

 

Javier Milei, el presidente electo de La Libertad Avanza (LLA), propone en su plan de gobierno desregular fuertemente el mercado de salud y quitar de la órbita sindical a las obras sociales.

 

«La injerencia del sindicalismo en la gestión de la Salud de los afiliados gremiales es una anomalía sin precedentes en el mundo que debe ser terminada», sostiene Milei.

 

En el apartado «El sindicalismo y las obras sociales», el economista propone liberar «a los afiliados a contratar libremente un seguro de salud, individual o colectivo, ofrecido por el Estado o por prestadores privados».

 

 

Además, advierte, para la aplicación de su plan, que los principales problemas del sistema de salud «devienen de que las sociedades modernas demandan un tratamiento igualitario para quienes no pueden pagar un acceso a los formidables progresos de la medicina moderna».

 

Además, sostiene, «existe un problema de abuso de la demanda cuando la provisión estatal es gratuita; y también cuando se trata de seguros privados prepagos que cubren todo tipo de atención, incluyendo un costosísimo mantenimiento artificial de la vida en enfermos terminales».

 

Por ello propone «Eliminar las contribuciones compulsivas sobre el salario (13.5% total) destinadas al financiamiento de la salud de empleados y jubilados».

 

«Una vez que empleados privados y empleados públicos queden liberados de los impuestos sobre el salario, tendrán una libertad amplia para elegir su proveedor de salud, sea una prepaga privada o una prepaga estatal», añade. Y agrega: «Deberán sí contratar obligatoriamente una póliza mínima de seguro de salud catastrófico, siendo optativo contratar seguros de cobertura más amplia de su preferencia».

 

Desde ya que las obras sociales gremiales están en la mira de Milei. Y apunta a quitarle el manejo de las Obras Sociales a los sindicatos. Y con ello, con seguridad, va a desaparecer el fin mismo de las Obras sociales, que es la atención de la salud de los trabajadores, subsidiariamente y solidaria, para todos los trabajadores.

 

La discusión está planteada. Y creo que se pueda dar, al menos en lo inmediato, un sistema de salud privatizado, rompiendo con una política de salud solidaria y al alcance de todos los trabajadores que hacen su aporte para ello.

Hasta ahora no hubo un pronunciamiento contundente al respecto por parte del movimiento sindical organizado. Tal vez porque están buscando los mecanismos de diálogo y concertación para salvar el sistema solidario de las obras sociales.

 

Veremos qué línea de acción van a tomar, ante esta avanzada de la comercialización universal y sin garantías de la solidaridad que daba las actuales obras sociales; muy a pesar de las dificultades financieras que están pasando la mayoría de ellas.