¿Vamos hacia otra versión del Feudalismo provincial?

Hay un dicho que dice: “a río revuelto... ganancia de pescadores”. Y Salta está más  que revuelta, y los sabemos por qué.

 

Es que  mientras el pueblo sufre la angustia de una inflación galopante y una economía que va vaciando, cuando no agujereando, los bolsillos de los trabajadores (formales e informales), los hombres que viven de la política, siguen “meando fuera del tarro” , con una agenda tan ajena a los intereses de los ciudadanos, como que van armando sus estrategias electorales sin considerar, aunque sea un poquito, cuánto de mal están los receptores de sus cantos de sirena que prometen que todo va a cambiar para  mejor, pero sabemos que para ellos y no  para la gente.

 

Y con descaro dicen que aún falta mucho para las candidaturas, pero eso de la boca para afuera; porque en los hechos ya están en modo campaña con miras a las elecciones del 2023.

 

Reconozcamos que a nivel nacional no hay señales claras hacia dónde vamos en lo económico; y así es campo de cultivo para  los “zombies” de la especulación medrando  con las necesidades del pueblo. Son los que quieren seguir gozando de  la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. Y se ve que el gobierno nacional, con una mano hace cosas positivas con la otra reniegan de los mandatos del pueblo priorizando el interés mezquino tanto personal como sectorial o partidario, por sobre el interés supremo del país y su gente. Y así estamos, y no hace falta que lo describamos aquí. Oficialismo por un lado y la oposición por el otro. No hay un sentido de pertenencia al país. Nadie apuesta a la unidad de ideas para sacar adelante el país, Parecería que el pueblo los puso en sus cargos, a uno para recibir golpes y a otros para apedrearlos, aún sin razón.

 

Y en nuestra  provincia, no estamos lejos de ello. Ahora nuestro gobernador Gustavo “me da hasta ahicito” Sáenz, sigue acumulando poder con adhesiones de aquellos que solo buscan un espacio del poder para compartir y gozar de los privilegios, que les “tira”la “mesa chica” de los que gobiernan o reinan en esta provincia.

 

“Mesa Chica” que ha provocado, con sus mensajes de anarquía, la falta de  transparencia y reglas claras  para  competir electoralmente, dentro del mismo oficialismo, y mucho menos para la oposición. Y para ello, sin escrúpulos, hacen tratos con Dios y el Diablo con tal de  seguir acumulando más poder, en el 2023. Nadie sabe con qué reglas se va a jugar en las próximas elecciones. Pero eso si, un FdT sin rumbo en la provincia, seguro apostará a ese frente del gobernador; al igual que otros que incursionaron en el campo popular de la oposición, ya piensan seguir el mismo camino.

 

 En tanto que los desplazados ya se están juntando, renegando de sus antiguas posturas ideológicas, para armar un Frente electoral que le pueda hacer sombra a la acumulación peligrosa de poder del actual oficialismo. Unos buscan seguir acumulando mayor poder y riqueza en la provincia, otros, por el espanto se unen para pillar algunas migajas del gran banquete de la mesa chica del gobierno de la provincia. Dicen que esta alianza es por principios democráticos; pero la verdad que  nadie les cree ya.

 

 Esto hace pensar que estamos ante un remozado feudalismo provincial constitucional, con visos del pasado colonial pero con ropas y dispositivos del siglo XXI.

 

Así las cosas, no cuesta soñar al menos que algún día llegará el cambio donde los pobres sean  menos pobres y los ricos menos ricos. Justicia Social digamos.