Estamos invitados a tomar el té Bingo electoral

La verdad que luego de ver las listas de candidatos a legisladores, provinciales y municipales, de los distintos Frentes, me costó horrores comprender si los mismos representaban a una idea, a una ideología, a  un proyecto o simplemente la triste realidad de que solo representan la ambición de algunos (por suerte algunos se salen de ese común denominador), por alcanzar un espacio de privilegios, dinero fácil o consolidar algo de poder que sirva a los intereses de otros más poderosos que ni figuran en las listas pero a los que sí les deben honor y gloria.

 

Para ahorrar dinero, según el propio razonamiento de nuestro gobernador  “Rubertiño”, se suspendieron las PASO, pero resulta que en la conformación de los Frentes, no solo estamos matando un instrumental sustancial en el ejercicio de la democracia, como son los partidos políticos, sino son simple colectoras y que al final no representan la voluntad del electorado.

 

Porque los  que conforman los Frentes, parecen ser nada más que un sello tras un nombre; un grupo muy selectos de iluminados que  quieren mostrarse, a como dé lugar, en esta moderna vidriera electoral. Pero representan realmente  los intereses del pueblo o  de sus  votantes. Creo que no… en estas elecciones generales aparecen los mismos nombres que antes. Como decía un personaje de una obra de telenovela argentina, “La misma guevada del año pasado”.

 

Hay Frentes o candidatos  que ni siquiera arrimaron una idea de propuesta para poder enamorar al electorado. Por lo menos antes prometían algo, aunque luego nunca cumplían. Pero ahora, como la gente está más ocupada y preocupada por la pandemia y las consecuencias de la falta de trabajo, y que no le alcanza para comer, ya ni los escuchan. Salvo cuando  llegan a algún lugar o comedor comunitario para arrimar unas raciones de comida para los “pobres niños que no tienen que comer”.

 

Aunque suene a cursi,  de verdad es la mejor idea que se les ocurre para captar un voto, en estas elecciones generales (que ya no hablamos de fecha porque  suena a terror), para después olvidarse y  esos “pobres niños” van a seguir siendo marginados como siempre.

 

Porque ni los candidatos del oficialismo ni los de la oposición (por Dios ni sé si estoy diciendo pelotudeses cuando hablo de oficialistas y opositores, porque ahora no parece haber diferencias, salvo raras excepciones), se les cae una idea de cómo sacarlos de la marginalidad, sacándola a la provincia de esta histórica marginalidad  y con un proyecto inclusivo, progresista y con justicia social y una mayor distribución de las riquezas.

 

Pero claro, que podemos esperar de estos candidatos que, aunque  se maquillen lo mejor que saben, siguen siendo los mismos de antes. Las mismas caras, y por la misma senda para una Salta con mayor concentración del poder y la riqueza en pocas manos.

 

 Hay mayores esfuerzos en conseguir más votos que en trabajar por darnos un futuro más promisorio. El libro de pases a las buenas ideas, que hubiésemos querido ver a partir de la presentación de las listas de candidatos, ya se ha cerrado, y sin participación de la mayoría de los ciudadanos.

 

Porque nos invitaron a tomar el té pero no en tazas de porcelana, ni acompañado de medias lunas, sino como cuando éramos chicos, en esta parodia de elecciones provinciales, todo ha sido de mentirita, como decíamos cuando éramos chicos en esos juegos de compartir el té.

 

Y así será nuestro futuro con estos candidatos que .viven en un mundo farandulero. 

.Por lo que debemos reconocer que la gran novedad sigue siendo que no la hay.

 

Quieren hacernos creer que todo cambia, pero estamos viendo que nada cambio ni cambiará si seguimos con este tipo de sainete para un circo montado para pocos.