Se nota mucho. Cuando dice que no quiere “jugar el juego de Grabois” confiesa tácitamente, que tiene algo sucio.

Acusar a Juan de que es una “operación” perpetrada por los “kishneristas” era muy obvio.

 

Igual ya mandaron a sus periodistas ensobrados a continuar con este descargo y serán millones los que lo repitan. Las granjas de Trolls se activaron a full con discursos segmentados.

 

El argumento es que “ellos son malos”, ellos por nosotros, “y quieren que todos pensemos que todos son como ellos”. Pero no, ellos son malos y nosotros somos buenos, por eso nos atacan. “Es una operación”, dicen, enarbolando una operación de desmarque acelerado.

 

No hablan de hechos. Una transferencia, un documento de un banco, de su banco, una constancia judicial de un tribunal de Texas, fotos declaraciones de propios y extraños.

 

Diferentes actores secundarios de la política recuerdan repentinamente momentos en los que José Luis Espert les requería acciones fuera de la Ley.

 

Justificar un aporte inventando una cena que no existió o pagarle U$S 300.000 a Milei para que no participe de la política.

 

Todas son cosas truchas y hay muchas más.

 

Todos los denunciantes pertenecen a ese lado del espectro político. Son liberales o libertarios. Pero los únicos que fueron a tribunales fueron peronistas. Son los únicos que se atuvieron a derecho ya que, al enterarse de un acto de corrupción y teniendo pruebas, decidieron denunciarlo en la Justicia. Me refiero a Tehilade y Grabois.

 

Tiene razón cuando argumenta que este proceso comenzó en el 2019, pero ahora está llegando a su fin y es un proceso que tiene penas importantes en los EEUU.

 

Dice que recibió los U$S 200.000 que saltaron ahora, por un contrato profesional de una mina en Guatemala. Puestos a buscar la mina, resulta que también ella es de Fred Machado.

 

Vuelvo a decir que se nota mucho.

 

El narcotráfico penetra progresivamente en todos los estamentos sociales, eligiendo para cada uno, la actividad que más le conviene para sobrevivir en esa nueva economía de la muerte.

 

José Luis Espert tiene la capacidad de darse cuenta que su accionar pertenece al “espectro” del narcotráfico, aunque nunca toque un sobrecito blanco.

 

Ahora todos tienen, tenemos, la oportunidad de rechazar totalmente al narco tráfico en el Congreso de la Nación. Tanto en Rio Negro, María Lorena Villaverde, como en la Provincia  de Buenos Aires se presentan candidatos relacionados directamente con el narcotráfico, hay que pararlos ya.