¿Los candidatos a gobernador saben o se prepararon para conducir la provincia?

El otro día, haciendo el sano ejercicio de leer un poco, me encontré con algunas reflexiones políticas que me hubiese gustado que todos los candidatos que proliferaron últimamente, las aprendan y, de paso hagan su machete para luego decirnos, con solvencia, lo que se proponen hacer con nuestros municipios, nuestra provincia y también nuestro país.

 

Se han preguntado, lo digo en serio, ¿cuánto necesitan aprender para saber conducir los destinos de un estado al servicio de sus ciudadanos?

 

Porque se me hace carne pensar, a la luz de lo que vemos y escuchamos en esta opaca pero ruidosa campaña vaciada de contenido “Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad”. (Miguel Delibes (1920-2010) Escritor español).

 

O esta otra, mejor aún, “la política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”. (Jacques Benigne Bossuet (1627-1704) Clérigo católico francés y escritor).

 

Mejor aún, lo que dice un pensador anónimo: “La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”.

 

O lo que dice el gran filósofo y economista alemán, Kar Marx (1818-1883) “El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”.

 

Y lo que siempre hemos hablado en esta columna, de la falta de ideales y doctrina política en nuestros candidatos, lo reflejan muy bien el Político e intelectual español Enrique Tierno Galván (1918-1986) : “La política ha dejado de ser una política de ideales para convertirse en una política de programas.”.

 

Y otra, que no deja de ser verdad, muy actualizada del Político español Francisco Pi y Margall (1824-1901): “Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse”.

 

Y por último lo que siempre nos decimos cuando se nos convoca a participar de la política, para poder cambiar lo que creemos que está mal, nada mejor que reflexionar sobre lo que nos dejó Arnold J. Toynbee (1889-1975) Historiador inglés: “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan”.

 

Creo que los salteños están descreídos de los dirigentes políticos que, para colmo de males, parece que solo le interesa llegar al gobierno, no para solucionar los problemas de la gente; o potenciar el desarrollo de la provincia, para cambiar la triste historia de marginalidad que se vive; sino llegar al gobierno y ser parte del núcleo rojo de los que manejan los intereses de la provincia a su antojo, con privilegios personales o sectoriales.

 

Hasta ahora no escuchamos más que propuestas basadas en denostar al enemigo político, más que en proponer lo que realmente quiere y necesite el pueblo de Salta.

Ya no hay política de cercanía, solo las redes o propagandas. De ahí que no sienten el compromiso de ser fiel a su palabra, y se olvidan fácilmente de lo prometido.