“LA NAVIDAD DE LUIS”

Hace unos días volví a escuchar, memorando los festejos navideños, la vieja y recordada canción de León Gieco, LA NAVIDAD DE LUIS.

 

Tal vez para muchos es desconocida, sin embargo es algo más para reflexionar  sobre el significado de la Navidad.

 

Siempre decimos que la Navidad es un momento para alimentar la esperanza y la paz que nos trae el mensaje del Niño Dios.

 

Y justamente, mirando a un viejito jubilado, sentado tomando su mate, me pregunto cómo la va a pasar su Navidad ese señor que, después de tantos años de trabajo y de entrega de su vida por el país; ya al final de su vida, ve cómo se van desgranando sus pocas esperanzas de disfrutarla con dignidad y alegría.

 

El, que no buscó ni una dádiva ni un bono para vivir, hoy tendrá que aceptar la realidad de que su vida no vale más que un descolado mueble viejo que, de un momento a otro, hay que botarlo porque ya no es útil a una sociedad a la que tantos años de su vida dio y que hoy  los esquilman hasta los huesos para salvar un sistema que él no lo quebró ni lo desfinanció.

 

Cómo será la Navidad de millones de jubilados que, aunque como sea tenga un pedazo de pan para poner sobre la mesa en esta fiesta, saben que, por más que digan que van a mejorar su jubilación, sabe que así como vamos ya lo condenaron a la muerte de sus esperanzas de vida.

 

Nuestros abuelos, nuestros jubilados pregonan su falta de posibilidades de vivir dignamente con su jubilación. Siempre se habla que los únicos privilegiados con los niños y los ancianos, sin embargo ellos saben que siempre serán los últimos; y que silenciosamente  deben someterse a la  muerte de su esperanza...que es como estar muriéndose en vida y sin anestesia.

 

Se habló mucho de que hay que salvar el sistema previsional a como dé lugar, pero el esfuerzo que hacen los que menos tienen, no es suficiente para ello, mientras que a los que más tienen se les da los beneficios de acrecentar sus ganancias, sin que se les caiga un dejo de vergüenza.

 

El déficit fiscal, otra vez la siguen pagando los más vulnerables como son nuestros jubilados.

 

Por eso digo, cómo puedo brindar esta navidad por la esperanza y la paz social, mientras sé que a ese abuelo...a esos millones de abuelos le siguen robando lo único que les quedaba en su vida: el amor y la esperanza.

 

Y con sus ojos cansados, y su voz quebrada nos dirá a todos nosotros: “Yo puse todo de mi para levantar y construir un futuro mejor para todos los argentinos. Espero que con este nuevo esfuerzo, puedan construir un futuro donde ustedes, ya abuelos y jubilados como yo, puedan disfrutar de su vejez sin sobresaltos ni despojos de ninguna naturaleza. Dios sabe de mis sacrificios y de mis angustias...Ojalá ustedes sepan disfrutarlos como no lo hice yo”

 

En esta Navidad acordémonos del despojos que les siguen haciendo a nuestros abuelos.

 

Como la navidad de Luis, no queremos un pedazo de pan, sino que se les dé dignidad para poder  vivir de nuevo la verdadera NAVIDAD.