¡Nos la ves o no querés ver, Milei, no somos la Casta a quien decís querer ajustar!

Escuchame Milei, cada día estás más aislado de la verdadera realidad que viven millones de argentinos.  Cada día se nota más la falta de diálogo o total desprecio por los que, te guste o no te guste, fueron electo por el pueblo a igual que vos; a quien todos los argentinos debemos respetarte como presidente, te hayamos votado o no.

 

Con tu forma irascible de querer alcanza tus objetivos de mejorar la economía del país, no creo que se pueda avanzar, ni rápido ni eficientemente.

 

Para sacar un país adelante, se necesita no solo de un plan económico (que no sé si es a favor de los pobres o solo una forma de acrecentar la riqueza y el poder de unos pocos), hace falta concertar, dialogar y cuidar el patrimonio más importante de un país, que son sus recursos naturales y humano.

 

Y por lo que estamos viendo (y sufriendo), tu política más inmediata es discriminativa, irracional y de total desprecio por la vida, ya que, en lo que está s haciendo hasta hoy, es que el peso del ajuste la lleven los que menos tienen. Y lo peor es que estás jugando con la vida de nuestros niños y ancianos.  Condenándolos al hambre y a la desnutrición y a la muerte evitable por falta de sensibilidad social y humana.

 

Vos dijiste, durante tu campaña electoral, que el ajuste lo iban a hacer la “casta”, lo que no sabían los millones de pobres que te votaron, que una vez que llegaste a la presidencia, les mentiste a todos, al   privilegiar los intereses de la verdadera “Casta” que siguen lucrando con el hambre del pueblo.

 

Y entonces no tuviste mejor idea que comenzar a ajustar, con los que menos tienen, a los más indefensos como son los niños y los ancianos.

 

Con lo que estás haciendo, parecería que no te importa ni la educación pública, des financiándola, sin el Incentivo Docente, ni el financiamiento educativo o las partidas para los comedores escolares. Eso por dar un ejemplo, y tan solo por un capricho por apretar a los gobernadores que, según vos, no te dieron los votos en diputados para sacar la Ley Ómnibus.

 

Por lo visto, los niños pobres no tienen cabida en la Argentina del futuro que están pergeñando vos y tus socios o amos, no tienen lugar en esa Argentina que querés.

 

Niños hambrientos y sin educación no tienen otro destino que morir o ser esclavos de la ignorancia y de la explotación.

 

Porque los aportes para la salud tampoco llegan a nuestras provincias y a nuestros niños y ancianos con discapacidades están librados a su suerte o a la mano solidaria de sus comunidades, por total ausencia del Estado.

 

Trabajadores y ciudadanos sin derechos estamos en el horno.  ¿El pueblo resistirá tanto?

 

Esperemos que, tras visita al Papa Francisco, haya aprendido un cachito de lo que significa la convivencia democrática y comiences una etapa de dialogo.

 

Con insultos y extorsión hacia tus supuestos “enemigo”, no vamos a salir de esto.

 

La soberbia y la irracionalidad no nos sirve a nadie