Por la simple curiosidad de saber la opinión de nuestros jóvenes, sobre los comportamientos sociales, sexuales y familiares de ellos, en nuestra Salta, nos encontramos con algunas sorpresas muy significativas.

 

Lo que nos indica que la sociedad salteña, tradicional que aún quiere persistir, ya no es tal.

 

Fuimos a dialogar, directamente, con jóvenes de la edad entre 18 y 35 años, en una de las calles más emblemáticas de la noche, como lo es la Balcarce.

 

Al principio la charla resultó un poco tensa, en algunos momentos, pero a medida que avanzaba la noche y el alcohol se hacía dueño de nuestros invitados y confidentes, se liberaron y hablaron de todos los temas.

 

Se les preguntó por qué estaban tantas chicas juntas, por lo general solas, y además de hablar de sus cosas, bebían en forma copiosa y a más no poder. Incluso muchas de ellas hasta llegar a estar borrachas y sin ningún tipo de prurito ni vergüenza por eso. Al contrario la hilaridad ganaba la noche a medida que contaban sus experiencias, sus aventuras y sus maneras de pensar de la sociedad salteña tan conservadora y hasta castradora, según sus expresiones.

 

La mayoría de nuestras entrevistadas eran de un nivel social medio alto, pero nos relataron toda una forma de pensar y decir de lo que estaba cambiando nuestra sociedad salteña. Al menos en el círculo social en que ellas se desenvolvía.

 

¿Por qué se dedican a tomar tanto (mucha cerveza y algunos tragos especiales), sin necesidad de relacionarse con muchachos de su edad y compartir con ellos la noche?.

Casi todas, salvo algunas excepciones, manifestaron que los muchachos son unos “bobo”, creídos y machistas demás. Ellas estaban felices de compartir con sus amigas y emborracharse juntas.

 

¿Y cuál es el gusto de esa formar de pasar una noche; así de esa manera?

Y la respuesta fue casi unánime. Es algo que lo queremos hacer porque nos sentimos

liberadas y después, si se da el caso de que nos guste algún chico, nos vamos y nos acostamos directamente con él. Muchas veces ni el nombre sabemos, pero la pasamos bien un rato de placer sexual y después a otra cosas.

 

¿Y cuál es el chiste de chupar, hasta estar casi borracha, para después querer disfrutar del sexo con un hombre? No es mejor compartir una serie de contactos, , pero por lo menos gestual y de compañía con otro joven del sexo opuesto, y después si les gusta ir al acto sexual en sí?

Y la respuesta, aunque no uniforme, refleja el estado de insatisfacción de las jóvenes. “La mayoría de los hombres se hacen los lindos, se hacen de rogar, y cuando se deciden por alguien que le gusta a ello, y a la chica también, usan el comportamiento de ser los dueñas de ellas. Los más jóvenes, como nosotras, parecen estar en la pavada de lucirse en sus peinados, en sus ropas, etc., etc. Pero no son capaces de mantener una conversación interesante durante dos minutos.

 

¿Cómo le gusta que sean los hombres, al menos para ustedes?

Y la respuesta es recurrente. No tanto lindo como interesantes, menos pagado de sí mismo, y que nos respete como mujer. Que no solamente servimos para “echarse un polvo” como se dice habitualmente, sino que también queremos otras cosas. Cosas que tienen que ver con el trato hacia el pensamiento femenino; la cultura, la música, el arte… y si se quiere también podemos hablar de fútbol y de religión. Pero la mayoría de los changos sólo buscan acostarse con una y nada más.

 

¿Y si hablamos de acostarse con los changos, lo hacen conscientemente o a veces lo hacen porque se da el momento y en medio de tanta libaciones y consumo de alcohol?

Y la respuesta no se hace esperar. Algunas manifestaron que lo hacían, en algunas ocasiones, con muchachos que conocían y que además les gustaba hacerlo, pero sin ningún compromiso de relaciones permanentes. Otras en cambio expresaron que en algunos casos echaban manos de alguien que lo consideraron lindo, atractivo y porque ellas mismas tenían ganas de tener una relación sexual, en ese mismo instante y no había selección de candidato alguno.

 

Si no tienen novio con quien hacerlo o salir aunque sea como ahora a tomar un trago.

Y la respuesta fue que, en un 50% manifestaron tener novio y el otro 50% se reparan

en que no lo tenían o se habían peleado recientemente.

 

¿Y por qué salían entonces, las que tenían novio, solas con sus amigas?

Y todas dijeron que una vez a la semana, por lo menos, cada uno salía por su lado con sus amigos o amigas.

 

¿Y qué se cuentan cuando están entre ustedes, solas, mientras comparten, por ejemplo, una o varias cervezas? “

De todo...- hablamos de nuestros problemas, de nuestros novios los que las tenemos; y las que no tienen de por que se pelearon con ellos; y las que están sin compromisos alguno nos cuentan qué tal les va en sus cosas o relaciones amorosas si las tienen.

 

¿Siempre hablan de sexo o de las relaciones con los chicos o hablan de otras coas también?

Usted parece que es uno más de los machistas de nuestra sociedad, respondió una. Creen que cuando nos reunimos siempre hablamos de ustedes. Nooo, hablamos de cosas de mujer, estado de salud, compromisos, trabajo, hablamos de nuestras familias y la difícil situación de las relaciones que tenemos con nuestros padres, especialmente con aquellos que siguen pensando en que dirán los demás. En fin, hablamos de nuestras

problemas, nuestras inquietudes, y de nuestro futuro. Muchas de nosotros somos profesionales, algunas comprometidas, algunas casadas; trabajamos o estudiamos. Y de eso hablamos. Claro que sí hablamos de los hombres. Hablamos de nuestra curiosidad de qué tal pene tiene uno u otro, si es grande o chico, flaca o gruesa. Pero todas coincidimos que eso no es la esencia para gozar plenamente de un “buen polvo”.

 

¿Y hablan de las relaciones con los hombres, entre ustedes?

Sí, algunas son más abiertas que otras. Pero sí. Hablamos de nuestros hombres, permanentes u ocasionales. Y por ahí nos damos con la sorpresa de que nuestras fantasías de tal o cual muchacho, no es tal. Todos quieren lo mismo, meterla y que nosotros nos quedemos con las ganas. Jaja.

 

¿Ustedes recuerdan cómo fue su primera vez?

Algunas prefirieron no hablar de eso, porque no les fue para nada agradable. Otras lo hicieron como si fuera una simple operación de corte de uña; nada del otro mundo, salvo que dejaron de ser vírgenes. Y todas coincidieron en que lo mejor fue después de la segunda o tercera vez que lo hicieron que comenzaron a sentir placer al tener relaciones sexuales.

 

¿Y qué se cuentan, por ejemplo?

Buenos, hay cosas que son muy privadas, pero por ejemplo hablamos de cómo se comportan en las relaciones sexuales.

Cómo es en la cama. El tamaño de sus miembros. Jajá. Lo normal para entender lo que nos pasa entre amigas.

 

¿Algunas de ustedes ha tenido relaciones sexuales con hombres ocasionalmente, y sin conocerlo en realidad?

Muchas de ellas contestaron que sí, al menos una vez. Otras que no, que prefirieron hacerlo con sus novios o con alguien a quien conocían bien.

 

¿Algunas de ustedes tuvieron relaciones sexuales, después de estar bebiendo juntas aquí?

Y la respuesta es la que suponíamos. Sí. “A veces no sabemos con quién lo hacemos o con cuantos. Estamos tan borrachas que ni cuenta nos damos cuando lo hacemos.

 

¿Y así borrachas como están qué pueden gozar del acto sexual en sí?

La verdad que no sabemos en su total dimensión. Porque es algo diferente. Se tienen ganas al principio pero a medida que avanzan el acto sexual en sí, no puedo saber si es lindo o no. Incluso no sabemos cuándo terminamos y al otro día no nos acordamos de tan borrachas que estábamos.

 

¿Y a ustedes les parece bien hacer eso?

Conscientemente no. Hasta nos da vergüenza de pensar que lo hicimos. Pero es algo que se hace llevada porque otras lo hacen, y nosotros no queremos ser menos.

 

¿Algunas de ustedes también lo hacen con personas del mismo sexo?

A mantener relaciones sexuales lésbica. Sí, algunas lo hacemos por curiosidad, para saber que se siente hacerlo con otra compañera. Y otras veces porque nos resulta más placentera hacerlo con otra mujer porque nos sentimos sexualmente más satisfechas.

 

¿Algunas porque son de hacerlo con hombres y también con mujeres?

Algunas sí. Y si me pregunta qué se asiente con uno o con otro. Son cosas totalmente distintas.

Las mujeres saben dónde y cómo dar mayor placer a su pareja. En cambio el hombre, en su gran mayoría, piensan solamente en satisfacerse ellos solos y a nosotros que nos vayan bien. Jajá.

 

¿Ustedes hablan con sus padres o mayores sobre esto en particular?

Nao. Para nada. Ellos no lo entenderían porque están educados de otra manera. Ellos viven a la manera tradicional. Con valores totalmente distintos a los que hoy se viven o practican en nuestra sociedad.

 

¿Ustedes creen que la sociedad salteña, tradicionalmente conservadora, se está resquebrajando en sus valores culturales y sociales?

Sí, hay muchas cosas que se hacen, incluso ahora, pero que se esconden detrás del disfraz de la sobriedad y la honestidad.

Pero hay mucha hipocresía en todo ello. Además con las nuevas tecnologías en las comunicaciones y redes sociales, muchas cosas ya dejaron de ser tabúes y lo tenes al alcance de la mano. Muchas de nosotras, hasta no hace mucho tiempo, no sabíamos cómo era gozar en una relación sexual. Y ahora gracias a internet, podemos ver muchas películas o porno que nos dicen cómo hacerlo.

 

¿Pero eso no es como aislarse aún más en sus relaciones sociales?

No sabemos si eso es tan así. Lo único que sí sabemos que hoy hay mucha más libertades para hacer, pensar y decir todas esas cosas que antes nos era vedado por nuestros mayores y la misma sociedad.

 

Finalmente. Qué piensan de esta sociedad que por un lado los ¿quiere preservar tras un manto de honestidad y buenas costumbres, y por el otro está el cambio que se está dando en todos los órdenes de las relaciones, individuales y sociales?

Que nosotros estamos en pleno proceso de cambios de nuestras costumbres, nuestras relaciones. No quiere decir que las de antes fueran malas, al contrario, fueron muy buenas y la base de la construcción de lo que hoy somos, pero el cambio de este mundo moderno nos liberó de muchas cosas que nos ataban a un estilo de vida tan cerrado como hipócrita.

 

¿Piensan que la sociedad salteña, así como van las cosas, va hacia una verdadera libertad o hacia un libertinaje sin control?

Muchas se pusieron a pensar, antes de contestar, pero algunas manifestaron que en realidad, ellas mismas se sentían muy avergonzadas por lo que hacían en algunos casos. Pero sienten que es necesario comenzar a ponerse límites de responsabilidades y compromisos serios con uno mismo y la sociedad. El libertinaje es lo que impera hoy en día, y ellos son consecuencias de todo ello.